Ser prostituta ya no es ningún tabú.
El oficio más antiguo del mundo es el tema de una exposición que sostiene que las prostitutas no son marginadas sociales sino íconos de la sociedad moderna de bienestar. En Alemania la prostitución es reconocida y legal.
El dramaturgo y poeta alemán, Bertolt Brecht solía decir que las prostitutas eran esclavas. Décadas después la novelista existencialista y feminista francesa Simone de Beauvoir, las llamó "parias de la sociedad". Hoy en día las trabajadoras sexuales son reconocidas por su labor, calificada por algunos como "válvula de escape" social. En Alemania la prostitución es un oficio reconocido legalmente desde 2002 cuando fue introducida una ley que levantó la discriminación de que era objeto. Desde entonces las damas públicas pagan impuestos y tienen acceso a seguros de enfermedad y de jubilación.
Trabajadoras sexuales
El término "trabajo sexual", fue acuñado en Estados Unidos por el movimiento que demandaba que la prostitución fuera reconocida como oficio. Desde entonces se le reconoce mundialmente como una prestación de servicios de gran tradición con un fuerte poder económico.
"El burdel de hoy en día es como un local de hamburguesas McDonalds", dice un administrador de una cadena de burdeles de Hamburgo. "Nadie va pero todos se encuentran ahí", dijo.
Un pujante negocio.
Se estima que los trabajadores sexuales en Alemania, la mayoría, mujeres, generan un volumen de negocio de 14.500 millones de euros al año.
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